viernes, 29 de junio de 2012

Cierra la versión impresa del diario gratuito Qué

Hoy ha salido a la calle el último número impreso del diario Qué. Desde que comenzamos a repartir el fanzine, hemos venido usando este diario como vehículo. Nos hacíamos con tantos diarios como podíamos, metíamos un Metus causa dentro de cada uno y lo abandonábamos por diferentes estaciones del metro. Era una buena práctica. La gente que quería leer acababa teniendo uno de nuestros números en la mano. Con el cierre de la versión impresa nos quedamos sin un gran soporte de distribución.
Por otro lado, era un diario que nos gustaba mucho porque facilitaba entretenimiento e información en nuestros desplazamientos. Muchas gracias a Qué por haber estado y seguir informando en vuestra web por mucho tiempo.

miércoles, 27 de junio de 2012

Cuadernillos grapados

Nos van a facilitar una grapadora que nos permitirá conseguir que el cuadernillo quede bien sujeto. Ya no habrá que tener cuidado de que no caigan las hojas.

Estuvimos tentados de comprar una grapadora de brazo largo, pero los precios nos disuadieron. Todas estaban por encima de los 100 euros y, además, eran grandes armatostes engorrosos para transportar y guardar en casa. Decidimos sacar el Metus causa Número 0 sin grapar. Con esta aportación podremos adecentar los siguientes números y evitamos el desembolso del precio de la grapadora. Ese dinero lo podremos invertir en hacer más copias.

La grapadora es de un tamaño muy manejable. Metálica y muy robusta. Lev amos a sacar mucho partido.

martes, 26 de junio de 2012

Reducimos el tamaño, aumentamos la cantidad

Para conseguir reducir costes hemos hecho pruebas para pasar del formato cuadernillo A5 a A6. Esto nos permite sacar dos pliegos por cada A4 en vez de uno. Al tener que aumentar el tamaño de letra hemos pasado de 12 páginas a 16 o, lo que es lo mismo, de 3 pliegos a 4. Con esto conseguimos reducir los costes por cuadernillo. De sacarlos en A5 cada cuaderno nos sale por 0,51 euros. De hacerlo en A6, cada dos costaría 0.68euros: 0.34euros cada uno. Esperamos aumentar la cantidad de contenido en el próximo número y que no se nos disparen los gastos.

La contrapartida es el uso de tijeras. Ya no basta con plegar cada folio, ahora hay que cortarlos por la mitad. Un pequeño incordio que esperamos que no moleste mucho a quien quiera colaborar imprimiendo ejemplares para repartir.

miércoles, 20 de junio de 2012

No pasarán


Allí está el fuego. Aquí el extintor. Tengo el control, estoy entre los dos. Siento su cálida presencia, su aliento, su rugido. Su voz. Me saluda con sus llamas. Estoy tranquilo, no pasarán.

Primero fue el olor. Apenas podía percibirlo, pero era fácil imaginarlo. El suave aroma de un cigarrillo que se consume. Hojas secas incandescentes que liberan lentamente su esencia. Papel de arroz impregnado por los aceites de los aromáticos tabacos del cigarrillo que escapan poco a poco en un hilo de humo azulado inundando la sala. Delicado equilibro interrumpido súbitamente por la explosión de azufre y fósforo de las cerillas. Su humo blanco y denso se disipa rápidamente dando paso a la delicada madera quemada. Como aquellos viejos troncos de pino que atesorábamos en otoño para usar en la chimenea durante el invierno. Madera seca y limpia que, de tizón en llamas, pasa a brasas y acaba en cenizas. Cuántos kilos de carne ayudé a asar sobre rescoldos, aprendiendo a distribuir la gris ceniza para ayudar a consumirlos completamente. Soplando convenientemente para avivar cuando el rojo se volvía pardo. Pronto comenzó el olor a papel y cartón de la cajetilla. Cada fin de curso, tras la entrega de notas, apilábamos nuestros apuntes y libros de texto en una pira de alegrías y sensaciones. Jolgorio y júbilo. Risas y canciones. Alcohol y llamas. Siguió el olor a trapos viejos. Menos delicado, pero necesario. Duraría poco. El olor a queroseno siempre da un toque artificial, pero se me antoja dulce y agradable su fragancia parafinada. Me ayuda a fantasear con lo que debía sentir mi abuelo entre velas y quinqueles. Sus llamas anaranjadas y amarillentas han cautivado a generaciones. Aún se revive de forma artificiosa. Muchos huyen de la luz blanca en las lámparas que eligen para sus hogares buscando el calor en el color. Lo que sigue es una amalgama de olores, suaves matices difíciles de distinguir. Para entonces el fuego se habría extendido rápidamente y devoraría diversos materiales. No todos agradables. Sin duda el humo se volvió oscuro y muy espeso. Notaba el inconfundible olor a plástico quemado. Los plásticos siempre arden mal. Para entonces las llamas ya debían ser bastante grandes. Estoy tranquilo, no pasarán.

Lo siguiente fue el humo. Comenzó escapando tímidamente por debajo de las puertas y ascendía desvaneciéndose. Poco a poco se volvió más denso. Lo más peligroso en un incendio es el humo. Asesino sigiloso que sega las vidas de personas. En muchos casos la gente muere sin saber que hay un incendio. Otros lo consideran piadoso, te mata dulcemente antes de que las llamas te alcancen. Sin duda traidor. Oscurece todo cuanto te rodea, oculta la realidad y nubla la mente. Siempre asciende. No se debe caer en el error de huir hacia arriba en un incendio. El humo te alcanzará. Las llamas le siguen. Humo traicionero. Es malo hasta para el propio fuego. Por una parte le ahoga, por otra revela dónde está, da silencioso aviso de su presencia. Pero este humo escapaba lentamente hacia los pisos superiores por el hueco del ascensor de servicio y al exterior por los rotos tragaluces del pasillo. Faltan por llegar las llamas. Estoy tranquilo, no pasarán.

Comenzó la alarma. La voz de emergencia fue pasando de puerta e puerta. Piso a piso. Personas que durante meses no se habían dirigido la palabra se atrevían a tocar la puerta de su vecino a desaconsejadas horas de la madrugada. Para cada uno, tras el desconcierto inicial y el recelo al abrir la puerta, el mal humor se tornaba gracias e iniciaba la labor de aviso y desalojo. Siempre aparecen incautos que prefieren refugiarse en sus hogares y observar cómo evoluciona la situación. Confían en que estarán a salvo o, si no, les salvarán. Estoy tranquilo, no pasarán.

El desalojo fue rápido. Encendí la lámpara para hacerme ver mejor en el neblinoso ambiente que comenzaba a crearse. Di a voces instrucciones de cómo llegar hasta el rellano y alcanzar las escaleras. Me aseguré de que nadie abriese puertas y ventanas que creasen inapropiadas corrientes de aire. Veía la incredulidad en sus ojos. La duda en su mirada. El terror en sus caras. Algunos tranquilos intentaban organizar grupos. Otros eufóricos bromeaban para aliviar la tensión del momento. Unos pocos quedaban bloqueados por el pánico y se dejaban guiar. Hubo quién sufrió una crisis y se comportó de forma violenta. Para su bien, fue reducido y conducido al exterior antes de que apareciesen las llamas que el equipo contraincendios debía sofocar. Estoy tranquilo, no pasarán.

El fuego se volvió imparable al conquistar el pasillo. El calor hizo quebrar la puerta y tímidas llamas lamieron el dintel que desbordaba espeso humo inundando todo el techo hasta encontrar la abertura que le permitió subir al piso superior. Las jambas se tornaron incandescentes y el ardor reptó por la cenefa del pasillo y la moqueta del suelo hasta la puerta de los pisos colindantes. El calor en ellos ya era tan grande que las puertas no tardaron en ceder. El techo prefabricado se derretía goteando lagrimas en llamas que prendían el enmoquetado. Oí el derrumbe de un techo. La escalada estaba asegurada por un nuevo camino. En el pasillo miraba al fuego y el fuego me miró. Se relamía con lenguas de oro y sangre entre rugidos. Desafiante. Retando a quién quisiera batirse con él. Estoy tranquilo, no pasarán.

Escuché los pesados pasos de la brigada contra incendios. Subían presurosos y seguros por la escalera. Había llegado el momento de combatir. No estaba solo. Tomé el extintor y volví a comprobar el manómetro. Desprecinté la válvula y sujeté con firmeza la manguera. Lo incliné ligeramente para asegurarme que al tubo sifón llegara el máximo de producto posible. Apunté con la boquilla por intuición más que por lo que veía. Cuando apareció el primer bombero se detuvo sorprendido. No dudé. Disparé el agente extintor por el hueco de la escalera creando una nuble blanca de polvo. Gritos de sorpresa y desconcierto. A la voz de replegarse el primer bombero desobedeció intentando ganar distancia. No esperé a agotar la bombona. Cuando estuvo lo suficientemente cerca le golpeé en el pecho con la base del cilindro y por último se lo lancé haciéndole caer. Recogí del suelo mi escopeta y disparé dos veces como advertencia. Estoy tranquilo, no pasarán.


Relato de Minatufe incluido en Metus causa número 0

lunes, 18 de junio de 2012

Número 0


Contenido:
  • Relato No pasarán, por Minatufe
  • Biografía Washington Irving, fuente Wikipedia




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Puedes colaborar en la distribución descargando  los archivos en formato Postscript para hacer la impresión en A4 y luego plegarlo. Hay un fichero double para impresoras que permiten imprimir a doble cara y otro single para impresoras a las que hay que darle la vuelta manualmente a los folios.

También puedes colaborar dándote de alta en Dropbox y así aumentar nuestro espacio de almacenamiento.

Preparando los ejemplares en papel

Doblando ejempares
Doblando ejemplares a mano, como bien manda el hazlo tú mismo. Para empezar, hemos hecho 40 cuadernillos en papel de 12 páginas en formato A5. No irán grapados. Es más barato y consume menos tiempo de preparación. Comenzaremos a repartirlos mañana mismo.

Está disponible en PDF en  nuestra cuenta Dropbox. Si quieres colaborar en la distribución, puedes descargar  los archivos en formato Postscript para hacer la impresión en A4 y luego plegarlo. Hay un fichero double para impresoras que permiten imprimir a doble cara y otro single para impresoras a las que hay que darle la vuelta manualmente a los folios.

También puedes colaborar dándote de alta en Dropbox y así aumentar nuestro espacio de almacenamiento.

domingo, 17 de junio de 2012

Cerrado el número 0


Ya hemos cerrado el número 0. Un experimento a modo de ensayo. Sólo tendrá un relato corto y una biografía. Veremos cómo se comporta. Mañana imprimiremos un ejemplar y haremos copias para distribuir.

miércoles, 13 de junio de 2012

Colaboradores fanzine

Si te gusta el terror, escribes, dibujas y te apetece colaborar en un fanzine sobre éste género, escríbenos.

Ya estamos preparando el primer número. Lo distribuiremos gratuitamente en diferentes formatos por internet. Prepararemos algunos ejemplares en papel y los dejaremos por algunos puntos de la ciudad.

lunes, 11 de junio de 2012

Fanzine


Para hacer llegar el terror hasta lectores que nunca se habrían arrimado a él, hemos decidido crear un fanzine. Por un lado, de distribución gratuita por internet para todos los aficionados del terror que quieran descubrir obras de autores noveles. Por otra parte, ejemplares en papel que serán sembrados por diferentes sitios para ser descubiertos por lectores casuales.

El pretor Octavius estableció en el 79 a. C. en el derecho romano la acción «metus causa» (por causa del miedo) como eximente de responsabilidad.